Diario de un manicomio parte 3

Querido diario.

Últimamente las cosas no han salido muy bien. Uno de esos "doctores" me ha puesto una camisa muy fea. Tiene una mangas muy largas que cuando me las ponen las amarran por atrás y no me deja mover las manos. Creo que se enojaron porque le pegue al señor que se pegaba con el tenedor. Es que una vez pude salir al patio y el señor estaba detrás de mí, siguiéndome a todos lados a donde iba. Eso me daba miedo. Por eso le quite su tenedor y se lo clave en el ojo. Y después me fui corriendo.

Yo creo que eso los hizo enojar.

Con Cariño,
Sandy.

Diario de un manicomio parte 2

Querido Diario:

Los últimos días estuve muy ocupada con unas personas que se llaman "doctores". Ellos piensan que algo está mal conmigo porque me dan pastillas y jarabes y me meten cosas por todos lados. A mi no me gusta eso, pero mi mama me dijo que debía de hacer todo lo que me dijeran. Ella sabe lo que es lo mejor para mí.

El hotel es muy bonito. Me dieron un cuarto especial: Tiene paredes suaves, donde puedo jugar tooodo el día. Me aviento de un lado a otro, y cuando me canso, puedo tirarme al suelo, ya que este también es suave. Los doctores dicen que es un cuarto acolchado. Además el comedor (aquí la llaman "La Nave") tienen unas mesas grandes grandes, donde se sienta mucha gente. Mis compañeros de mesa siempre son los mismos: Un señor que no habla y se golpea la nariz con el tenedor, una chica de como 20 años que puede hablar con los gatos y un anciano que dice que le robaron el alma. Son muy divertidos aunque casi no me hablan. Pienso que es porque soy nueva. Ya se les pasara.

Aún no puedo salir a jugar al patio. Dicen que es peligroso. Puedo herir a alguien. ¿Pero que puede hacerles una niñita a toda esa gente? aún no lo entiendo. Algún día me escaparé y jugare en el patio con los demás. Aunque no veo muchos niños por aquí. Tal vez también estén jugando en sus cuartos especiales.

Bueno es hora de irme a dormir. Aquí se apagan las luces automáticamente a las 9:00 de la noche. Todo es tan moderno.

Con Amor,
Alicia.

Diario de un manicomio

6-Jun-2006
Querido Diario:

El día de hoy unas personas muy lindas, con lindos trajes fueron por mí a mi casa. Me llamaron por mi nombre, aunque no recuerde exactamente cual es, pero fue muy bonito el que lo hayan hecho. Lo único que se me hizo un poquito raro es que todas las personas fueran vestidas igual y que mi mami se quedara llorando mientras abrazaba a mi papi. Pero me dijeron que íbamos a un lugar muy bonito y que me iban a tratar muy bien, que la comida era riquísima. También dijeron que me iba a poner mejor (extraño, porque no me siento mal)

Después de viajar en carro por un largo rato, llegamos a un hotel. Me pidieron que me quitara la ropa porque me meterían a bañar. También me dijeron que pusiera todas mis cosas en una cajita, porque las iba a contar y a guardar. A lo mejor es uno de esos hoteles bien seguros que no quiere que sus clientes corran riesgos.

Una señorita muy delgadita me tomo de la mano y me puso una inyección. Me dijo que eran vitaminas. No sé pero me dio mucho sueño y lo único que recuerdo es que cuando me desperté, me encontraba en mi habitación, bañada, con ropa limpia y con una pluma bien chistosa que se dobla y una libreta. Y es en ella donde escribiré mis aventuras en el hotel.

Con Amor,
Dany.