Dos vidas


Y así, un día, el tiempo voló.
Tanto tiempo, tanto viento, tanto tanto.

Voló despacio, casi sin sentir, solo el viento lo llevaba entre sus hombros, solo él sabía su peso y su destino. Destino innegable, inevitable, solo transformable en lugar y forma. Toda caía, como lo hacen los suicidas, sin saber donde caer pero justo en el lugar preciso, todo sin miedo, sin prisas, sin presiones. Solo cayendo.

Y aquel día llego, como lo dije antes, inevitablemente llego.

Solo me arrepiento de no haber soplado antes.

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7 comentarios:

  1. Mi vida, que bueno es tenerte de regreso en las letras y pesamientos tan tuyos y que me encanta leer, el viento y el destino dos elementos intensos como tú.




    SIRACUSA

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  2. Volvimos al mismo tiempo, oye y Siracusa tambien se desaparecio del blog?

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  3. =)

    Un gusto, y qué buena re-bienvenida con estas hermosas líneas.

    Por acá nos andamos leyendo.

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  4. Holy Cthuhu's crap. You're back indeed.

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  5. Que simple belleza Dark.
    Parece tal que el viento sopló
    para todos....solo espero
    que no deje de soplar.


    bienvenido....!!!

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