Asfíxia

Instante. Dulces melancolías que se posan sobre mis hombros.

La niebla puede a veces ser tan roja, tanto, que llega a seducirme.

Música que se esparce, líneas de guitarra que acompasan mi marcha.

Semen bicolor, sangre y orina mezclados en una fina película, en donde dejo mi marca y mi posible ausencia.

Nadie me dijo que ella no me pertenecía. Nadie puede decir que no la conocía.

Pude sentir cada detalle, antes de que sus ojos explotaran, antes de que sus manos me soltaran, antes de que pudiera siquiera exhalar el último rastro de aire en sus pulmones.

Instante. Dulces melancolías que se posan sobre mis hombros.
La niebla puede a veces ser tan roja, tanto, que llega a trastornarme.