Sueños de una mente enamorada

El cielo despejado de la noche me recuerda los instantes de sueño y diversión. Cuando lo más importante era volar, jugar y comer chucherías. Pienso en recrear esos momentos que añoro, esos ratos en los que la vida se resumía en un ¿me juntas...?

Me siento en la banqueta y miro el firmamento. Ahora, mágicamente han aparecido docenas de estrellas que bailan en torno a una luna grande, blanca y efímera. Enciendo un cigarrillo y miro como el humo crea formas difusas, que combinadas con la luz del poste toma colores caprichosos y sombras extrañas. Observo la punta incandescente quemarse lentamente en un delicado siseo. Mis pensamientos se derriten ante la loca expresión de soledad en la noche fría.

¿Me juntas...?

Mis días de niñez transcurrieron como cualquier otro. Con raspones y caídas, promesas sin cumplir y sueños de aventura. Pero lo que más atesoro de esa época ociosa es a ti. Aun recuerdo el perfume de tu cabello que me cerraba los ojos. Tu embriagadora sencillez de espíritu y cintura delineada. Tus manos blancas, tus ojos verdes. Tu imagen es como un sueño vivido, del cual no es posible despertar, pero que cuando despiertas, recuerdas cada detalle con nostalgia. Esa criatura de fina melena castaña eres tú. Tu, lo único por lo cual he vivido y esperado estos años.

Me levanto lentamente de mi asiento. Eh pasado tanto tiempo sumergido en mis recuerdos que no me eh dado cuenta de que unas gotas de agua y gas caen copiosamente. Mis ojos ven con ternura la calle, deseando tener nuevamente siete y saltar en el agua. Deseando correr sin importar los coches. Huyendo del baño diario y la escuela matutina. Deseando poder acercarme a ti...

Y me pregunto ¿porque no lo hice hace tanto tiempo...?

Mora

El viento frio de la mañana la despertó de su sueño. Lentamente entreabrió los ojos para distinguir la tenue luz de su lámpara de noche. 25 años y aún dormía con la luz encendida. Parece increíble, pero es cierto. Froto un poco sus ojos para quitarse la modorra y estiro las piernas. Se quedó unos minutos viendo el techo, pensando, analizando su vida. Comunicóloga de profesión, no ejercía por falta de trabajo en su área. Se sentía atada a una vida como vendedora de mostrador de una tienda de discos, que para colmo, pertenecía a su familia. Ella, aventurera por naturaleza, quería viajar, conocer el mundo, vivir otras cosas y conocer nuevas caras. Sentía que la vida estaba siendo injusta con ella. Puso las manos detrás de su nuca mientras acariciaba su espesa cabellera roja. Esa mañana no quería salir de su cama.

A regañadientes se metió a bañar. El agua caliente corría por su cuerpo y como si de un ungüento mágico se tratase, se sintió un poco mejor. Mientras tallaba su sexo, una neblina tapaba sus dudas existenciales. Salio más aliviada, con un turbante en su cabeza y una bata en su cuerpo. Dedico 1 hora al extraño ritual que practican las mujeres para "arreglarse" y salio a su trabajo.

En su trabajo, las cosas no iban del todo bien. Las ventas son bajas y la gente es terca. Olvido desayunar y lo único que le quedaba era un cigarro. Salio a la puerta y empezó a fumar despacio, para poder saborear el tabaco. Habían pasado dos horas desde que abrió los ojos y sus preocupaciones casi estaban en el olvido. Aún traía esa espinita que no le permitía estar del todo bien. Sin pensar demasiado en el tiempo, saco su laptop plateada y comenzó a escribir:

"Si hoy me decidiera a dejar mis memorias, ¿cuales serian?, mis fiestas, mis risas, todo al morir quedará junto a mí, al ir bajando en el cajón, fría con los ojos cerrados debido al miedo, llorare en un cielo dándole las gracias al mundo por lo que me dejo ser, por lo que me dejo sentir…

Desearía tener compañía, no me agrada la soledad, aun recuerdo mis alegrías con amigos, entre cerveza y cerveza. Sé que las letras no igualan casi nada a lo que yo estoy viendo en mi mente, pero en cada punto que encuentres necesario trata de imaginar lo que describo, tengo la esperanza de haber vivido una aventura o una reflexión contigo.

Me hiciste feliz, nuestro momento compartido fue el mejor, ahora que estoy muerta no sé que es lo que me espera, antes juraba que al morir vendría directo a jalarle los pies a todo conocido… Y aún sigo a obscuras, cuando la tierra me cubrió por completo escuche que alguien me dijo “espera”.

Trato de reflexionar en lo que estuve mal y en lo que estuve bien, aunque ya no tiene importancia, lo único que sigue presente eres tú y los demás, recuerdas aquel día en que lloramos hasta cansar y nos reímos hasta que el aliento se acabe, ahí creía morir..."*

Guardo el documento y sintió que las cadenas de la tristeza la liberaban. Inicio el mensajero y al comprobar que sus amigos estaban en línea, se sintió feliz. Sus amigos son su familia, aunque estén lejos o se dejen de hablar por algún tiempo. Ella sabe que siempre estarán allí.

El día apenas comenzaba para ella. Sus amigos estaban con ella y nada podía salir mal. Dio gracias a la vida por "la vida" y comenzó su viaje por la extraña, dura, no siempre entendible y la mayoría de las veces loca ciencia que es vivir.


Feliz cumpleaños Lourdes Daniela Nosequemas...Espero que te la pases chingón este TU día en compañía de aquellas personas que quieres. Sabes que acá está un caon que la aprecia mucho, aunque seas histerica y sentimental...Aunque lo gracioso sea que apenas te conozco de dos o tres meses...y me hayas atacado el primer día...aun así, eres importante para mi chica...FELIZ DÍA!!!



*Este texto fue tomado de su autora Lourdes Daniela alias Mora...Todos los derechos reservados.