Baños publicos

Las manos me sudan. Siento un escalofrió recorrer mi cuerpo. Me sube por la espalda y termina justo en mi nuca. Se siente como si fuera a tener sexo por primera vez. Esa sensación de emoción, temor de ser descubierto y querer ser descubierto. Es como una droga que baja por la garganta y se asienta en el estómago, casi puedes sentir como se va desvaneciendo mientras te mareas y empiezas a viajar. Es casi sublime.

Es como una experiencia cercana a la muerte. Es estar ahí mientras pasa. No puedes describirlo, pero tratas de hacerlo. Diablos, sí es sublime.


Saco mi celular y con miedo activo la cámara, desactivo el sonido del obturador, trato de enfocar pero es difícil, ya que quiero pasar lo más desapercibido posible. Pasa alguien y finjo que estoy jugando o mandando un mensaje. Por suerte no se fija mucho en mí y se sigue de largo. Sigo con mi plan. Presiono el botón de la cámara y obtengo la primera foto. La observo, veo sus piernas bien torneadas, como de atleta o algo por el estilo. Brazos fuertes, cuello musculoso, vientre plano. Se alcanza a ver su pene, tiene la circuncisión. Arriba esta su vello. Espeso, supongo que suave. Necesito otra foto.


Vuelvo a poner el celular en posición. Esta vez enfoco a un par de jóvenes que acaban de quitarse la toalla. Cae el agua sobre sus cuerpos y alcanzo a distinguir como su piel se pone de gallina. Un cosquilleo en mi propio miembro me estremece. Tomo la foto. Ahora toca examinarla. Espaldas anchas. Hombros de tenistas o jugadores de squash. Las nalgas más firmes que eh visto. Sueño con llevarme a los dos a mi cama. Tomo mi pene instintivamente ya que ahora tengo una erección completa. Trato de acomodármelo lo mejor que pueda. Necesito otra foto. Una última foto.


Decido ser un poco más arriesgado. Me voy acercando a las regaderas. El celular ya está fijo, listo para disparar en cuanto oprima el botón. De repente se voltea mi siguiente víctima. Por inercia aprieto el obturador. Me ruborizo, volteo rápidamente y sigo por el pasillo, aparentando que no pasó nada. Me detengo en una banca y de reojo trato de ver su reacción. Pero él ya está cerrando la llave, dispuesto a salir. Pareciera que no se dio cuenta de nada. Pongo el celular en la banca, me quito la playera, la acomodo. Toca el turno de los zapatos, después el pantalón y la trusa. Mi erección continúa pero por suerte no hay nadie más a mi alrededor. Es hora de ver la foto. Me siento y tomo el celular. La pantalla se ha apagado, así que lo desbloqueo. Casi lo dejo caer de la sorpresa. Y no, no es por su vientre marcado, ni por sus piernas duras como columnas, ni por el tamaño de su pene. Es porque me está sonriendo. Es como si supiera que le iba a tomar una foto, es como si posara para mis fantasías. Tiene esa sonrisa malévola, como si me dijera "Hey, mírame bien. Puedo ser tuyo si así lo deseas". Ni siquiera es necesario tocarme para sentir como el orgasmo corre a través de mis genitales, para posarse en el fondo de mi vientre. El semen blanco y caliente cae al suelo mojado. Trato de reponerme y al momento de dejar nuevamente el celular en la banca, lo veo. Ah estado ahí todo el tiempo, viendo mis reacciones mientras yo me deleito con su cuerpo.


Se acerca lentamente, aún desnudo, con las manos sobre las caderas. Me está modelando y yo solo atino a mirarlo embelesado. Ya esta tan cerca, casi puedo sentir su calor. Mi primera reacción es acercarme y hacerle una felación. Pero antes de que pueda abrir la boca, siento su puño sobre mi cara. Me toma del cabello y una y otra vez me golpea. No puedo hacer nada, solo puedo dejarme pegar por ese majestuoso ser. No queda nada, no hay nada que hacer, solo dejarse llevar. Tras la paliza, me deja tirado. Tardo un poco en levantarme. Los curiosos no paran de verme mientras enjuago mi cara. La sangre corre por mi cuerpo para encontrar su fin en la coladera. Termino de ducharme, me visto y salgo lo más rápido de ahí. No volteo la cabeza.


Definitivamente, ha sido sublime.


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2 comentarios:

  1. Vi tu comentario en el blog de Resistencia Infinita. Y estoy de acuerdo, qué bueno que haya quienes aún escriben en sus blogs.

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  2. Vaya. La impresión que tuve al entrar a este blog no es la misma que la que tengo ahora tras leer esto. Muy interesante ambientación.

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